Su vida entera se empleaba no según leyes, reglas o estatutos, sino según su voluntad y libre arbitrio. Dejaban el lecho cuando bien les parecía, bebían, comían, trabajaban y dormían cuando les venía en gana...
Así lo estableció Gargantúa, de modo que toda su regla no consistía sino en esta cláusula:
"HAZ LO QUE QUIERAS"
Bienvenidos a nuestra abadía de Theleme particular.
Así lo estableció Gargantúa, de modo que toda su regla no consistía sino en esta cláusula:
"HAZ LO QUE QUIERAS"
Bienvenidos a nuestra abadía de Theleme particular.
Bienvenido a la blogosfera! Ya veo que al final te ha costando poco lanzarte. Enhorabuena y a alimentar el blog a menudo...
ResponderEliminarAquí andamos... listos para disfrutar de los primeros pasos de tu ventana recien pintada.
ResponderEliminarQué bien huele, a nuevo, a aire fresco, seguro que sonará al ritmo acompasado de tu corazón.
Lista estoy! te escucho...! te leo...!